Por primera vez, científicos lograron desvelar los hábitos de reproducción del calamar de aguas profundas con el hallazgo de un ejemplar macho con un enorme pene alargado y erecto.
El órgano sexual del calamar macho es casi tan largo como todo su cuerpo, incluidos su manto, cabeza y tentáculos.
Esto demuestra, explican los científicos, que el calamar macho de aguas profundas utiliza su enorme pene para disparar "paquetes" de esperma inyectándolos en el cuerpo de la hembra.
El hallazgo también podría explicar cómo el calamar gigante se aparea en la profundidad del océano.
El experto en pesca en aguas profundas, el doctor Alexander Arkhipkin del Departamento de Pesca del Gobierno de las Islas Falklands o Malvinas, basado en Stanley, explica en Journal of Molluscan Studies (Revista de Estudios de Moluscos) cómo llevó a cabo el descubrimiento.
"El calamar macho maduro fue capturado durante un viaje de investigación de aguas profundas en la cuenca patagónica", explicó a la BBC el investigador.
"Cuando tomamos al animal de la pesca estaba moribundo pero sus brazos y tentáculos todavía se movían y los cromatóforos en su piel se contraían y expandían".
"Cuando abrimos el manto del animal para analizar su madurez nos encontramos con algo muy inusual".
"El pene del calamar, que se había extendido ligeramente sobre el margen del manto, de pronto comenzó a erguirse y alargarse rápidamente hasta lograr una longitud de 67 centímetros, casi la misma medida de todo el animal".
Esta agitación sexual del calamar tomó por sorpresa a los investigadores, pero les ha ayudado a resolver el misterio de cómo se aparea un calamar de agua profunda.
Poco conocidos
Los biólogos saben mucho sobre los hábitos de reproducción de los cefalópodos de aguas poco profundas, el grupo que incluye a los pulpos, algunas especies de calamar y las sepias.
Todos los cefalópodos enfrentan obstáculos debido a la forma de su cuerpo, que incluye al manto, una estructura similar a un saco con capucha cerrada que forma la mayor parte de lo que parece ser el cuerpo y cabeza del animal.
Estos moluscos utilizan su manto para moverse por medio de una propulsión jet pero deben ventilarlo para poder respirar y también deben esconder sus órganos sexuales y de excreción dentro de esta estructura.
Esto provoca un desafío para los cefalópodos machos, porque ¿cómo pueden pasar el esperma por este manto y cómo ese esperma permanece en su lugar cuando a través de la cavidad del manto debe pasar agua para permitir que las hembras se muevan y respiren?
Los cefalópodos de aguas poco profundas han desarrollado un brazo especial para llevar a cabo este trabajo.
Éstos cuentan con penes cortos que producen paquetes o cápsulas de esperma, llamados espermatóforos, y uno de sus ocho tentáculos está modificado para encargarse de transferir este esperma a receptáculos especiales en el cuerpo de las hembras.
Estos receptáculos pueden estar localizados en la piel o internamente.
Pero los calamares machos de aguas profundas utilizan un método más primitivo que requiere inyectar de alguna manera el esperma en el cuerpo de la hembra.
Hasta ahora, sin embargo, había sido un misterio cómo llevaban a cabo esta tarea, ya que éstos no cuentan con un tentáculo modificado.
Pero con la captura del macho de la especie Onykia ingens, los científicos parecen tener ahora la respuesta.
"Obviamente la solución es contar con un pene muy alargado", dice el doctor Arkhipkin.
El calamar utiliza este órgano largo para llegar al cuerpo de la hembra e inyectarle el esperma directamente evitando que éste se diluya en el agua.
Teoría descabellada
Todavía sin embargo no se sabe cómo los espermatóforos llegan hasta los órganos reproductivos de la hembra.
Quizás circulan en la sangre del cefalópodo, igual que ocurre con los gasterópodos, que son moluscos parecidos a caracoles y que están lejanamente relacionados con los cefalópodos.
Hasta ahora muy pocos calamares gigantes -y muchos menos ejemplares de su pariente más grande, el calamar colosal- se han podido ver o estudiar, así que los científicos sólo habían podido especular sobre los hábitos de reproducción de estos animales.
Y aunque se han encontrado especimenes muertos ha sido imposible ver si ellos cuentan también con penes extremadamente largos, que esconden bajo su manto, para extenderlos y alcanzar a la hembra.
"Así que algunos autores habían propuesto la teoría descabellada de que el calamar gigante "dispara" sus espermatóforos hidráulicamente desde la distancia para llegar a la hembra", dice el doctor Arkhipkin.
"Obviamente nuestro hallazgo demuestra que los hábitos de apareamiento del calamar gigante son muy extraños, pero no llegan a ese extremo", agrega el investigador.